viernes, septiembre 01, 2006

Timeless art of aging

LLegando a la casa de mis padres, luego de 3 años de no ir:

Ushka: Uy! ahí está Sara (la perra). Sara!
Madre: No te escucha bien. Está muy vieja.
Ushka: Y la gata?
Madre: Debe estar arriba, durmiendo, si la pobre vieja no hace otra cosa.
Ushka: ¿Que hace una silla para computadora en la cabecera de la mesa?
Madre: Y, para tu padre, porque en las sillas comunes le duele la cintura.
Ushka: Están todos viejos.
Madre: Qué? Hablame fuerte que no te escucho
Ushka: Que están todos...
Madre: (cara expectante para ver qué iba a decir)
Ushka: trabajando mucho, no?
Madre: Sí, sí. Tu padre y tu hermano llegan tarde a la noche.
Ushka: Bien, eso me da tiempo a esperarlos en el freezer. Estoy empezando a tener pánico de que en cualquier momento me agarre reuma.
Madre: Bueno, vos ahí tenés canas.
Ushka: ¿Sí? Bueno agarralas, estiralas y fijate en la raíz de la cana...
Madre (agarrando un par de pelos): Las corto?
Ushka: No, sostenelas y agarrá una 22 y apuntá.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hay un proverbio chino que dice algo asi

Nunca se pierden los años que se quita una mujer, van a parar a cualquiera de sus amigas.

Gracias por actualizar

TILINGO

Ushka dijo...

jajajajajaja
Lo mismo pasa con los kilos