lunes, noviembre 26, 2012

Sillón de dos cuerpos


Y por más que se intuían las ganas, así como de soslayo, sobrevino sorpresivamente. 
Sorpresivo por lo inesperado del encuentro, por lo imprevisible del instante en que el tiempo queda perdido.
Como si no hubiera otra forma más que esa fórmula: que el tiempo quede perdido para que el encuentro sea tallado en esa mezcla entreverada de respiración agitada. El punto donde el mármol se quiebra delicadamente para que eso no se rompa. 
Es un instante de eternidad, instante donde todo alrededor se funde y se confunde, y en el fresco en blanco van apareciendo las pinceladas de las sonrisas que se saborean, que buscan ensimismarse en colores que se inventan al tocarse unos con otros.

Ahí, donde los cuerpos quedan unidos por ese cálido recorrido de unos labios que se acarician mutuamente sin poder decir nada. 
Y me invade la convicción de que se trata de un acto de creación y que pronunciar su nombre corriente no haría más que reducir a una vulgar palabra todo lo que fluye en lo indecible. 


martes, noviembre 20, 2012

Can you feel the love tonight?

Tengo a mi madre y a mi padre de visita.
De paso también cayó mi hermano.
Supongamos que no me importa que mi casa parezca un campamento gitano.
Supongamos que no me importe dormir en el colchón de mierda la próxima semana.
Ni que me interrumpan dos por tres cuando tengo que corregir parciales.
Lo que me molestan son esas "pequeñas cosas".

HERMANO
Tenés RAID?

USHKA
Para?

HERMANO 
Hay mosquitos.

USHKA
No, qué va a haber mosquitos!
A mí no me picó ni uno y estuve acá toda la tarde.

HERMANO
Está lleno.

USHKA
Bueno, es que a mí no me pican.

MADRE
Eso habla muy mal de vos.

USHKA
Perdón?

MADRE
Y sí! Habla muy mal de vos, 
porque ni los mosquitos se te acercan.


Y después se ofende porque no estoy radiante de alegría con su presencia.

viernes, noviembre 16, 2012

A handful of dignity

Mensaje de texto a mi amiga MJ

"Hola! Hoy es el cumple de tu hijo,no?
Mandale un besote y si necesitás una mano para el domingo
avisame. Bs"


Respuesta de MJ:
"Sí! Hoy es su primer cumple! 
Estamos pensando en disfrazarte 
como Panam el domingo!"

Ushka
"WTF???"

MJ
"Claro! Les cantás a los nenes.
Te conseguimos unas tetas inmensas y una mini!
Andá practicando algunas cancioncitas!!!"

Ushka
"Dije una mano.
No mi dignidad toda"

La gente que dice que haría cualquier cosa por sus hijos, debería liquidar a PANAM previa tortura de hacerla escucharse a sí misma.

jueves, noviembre 08, 2012

Memoria de elefante

"Son las cinco de la mañana y juro que no te echo de menos"
(Antonio Lobo Antunes)

Ella siempre tuvo buena memoria. Recuerda hasta los mínimos detalles y los retrata en un cuadro de preciosas pinceladas. Por eso, cuando me dijo que tenía una historia para contarme, en estos días de calor, preparé mi termo para tereré con más hielo que agua y cargué el mate con yerba paraguaya saborizada.
Créanme, no había nada más exquisito y refrescante para este día que escucharla hablar de él. O era de ella misma?
O se habrá tratado de otra cosa?

Dio el primer sorbo para refrescar la voz.
Si le preguntan, la van a ver sonreír cuando dice que la primera vez que tomó sus manos para aceptar su invitación a bailar sintió su cercanía tan cargada del magnetismo del piel con piel, que cuando él apretaba sus labios se le marcaba una cicatriz. Cicatriz que quedó desdibujada en esa versión libre de un beso de Klimt.
Besos reversionados a la espera derretida en el bolsillo en una otra noche en la que el rayo del sol, curioso, asomaba revoloteando sinuosamente en las cortinas y dibujaba cuerpos entrelazados en una caminata apresurada hasta el octavo piso por ascensor.
Y si la dejan, entre tereré y tereré, ella los va refrescar contándoles las curiosas formas que fue encontrando surcando una constelación que estallaba de hombro a hombro, dejándole algunas pecas entre los dedos. Dedos que relamió complacida de un sabor agridulce de cebollas y mangos y con aroma al café de un mañana en la que el cielo, con un aguacero de invierno, los despidió alegres para reencontrarlos agitados en los mediodías de varios domingos más donde el mate que calentaba su garganta de voz grave describía los rasgos más particulares de cada uno de sus hermanos.
Si le preguntan, ella les va a cantar con suaves estrofas las canciones en portugués que quedaron marcadas en los surcos del parquet del living, donde se dibujan las trazas de una partida demorada en abrazos de fundición. Y hubo otros, miles de detalles que se guardó para sí en una mirada que intentó capturar aquello que no se entendía.
Si le piden que les cuente, se le va escapar una lágrima por las comisuras de los ojos cuando incline la cabeza para señalar con la vista lo inalcanzable del murallón que se levantó de repente en un gesto irreconocible, (irreconocido para él) de arrogante indiferencia.
No creo que necesiten preguntarle de qué lado del muro quedaron esos detalles.

Yo no les puedo contar más, porque mi memoria no es tan amorosa.
Pero pregúntenle y ella va a decirles el lugar exacto donde ha quedado el posavasos de cartón de tanguería de julio que tiene las marcas de un trago inolvidable.

Y si acaso lo ven a él (y si pueden reconocerlo a partir del retrato que ella hizo), no crean que no quiere responder cuando le pregunten. Es que simplemente él no recordará nada, aún cuando su memoria es impecable.

sábado, noviembre 03, 2012

Después de la lluvia...

Lunes pasado. Llovió, llovió toda la noche, por la mañana siguió lloviendo y a la tarde paró unos instantes para luego arremeter  con más. Yo tuve la idea de que mi sensación hecha tristeza había cobrado tal fuerza que controlaba el clima. 
Mi pequeño, frágil y barato paraguas de la china no resistió semejante embate. Destartalado, pobrecito quedó por ahí arrugado en algún tacho de esos de la ciudad. Fue una ráfaga, una ráfaga fuerte que ni se dio cuenta de lo que había pasado cuando había pasado.
Así pues, cuando unos días hubieron transcurrido decidí que no había mejor lugar para ir a comprar un nuevo paraguas-porque verán, ahora necesito un paraguas fuerte- y fui ahí, que no es casualidad: "PARAGÜERÍA VICTOR ", un lugar de esos entrañables que le transportan a uno por el tiempo. Y esta justo ahí, en la esquina de Independencia y Colombres. 

Viernes, 15 hrs puntal llega el hombre y abre el negocio. Sólo paraguas... y bastones... y abanicos. El señor es formal, muy formal. No habla más que de paraguas y sólo cuando uno le pregunta. No tiene que venderte ningún chamuyo porque él vende paraguas, como lo hizo su padre, su abuelo y seguramente no harán sus hijos que venderán la esquina a alguna inmobiliaria desconsiderada para que luego hagan un edificio más con paredes de cartón.

De un lado de la estantería están dispuestos los paraguas de dama, del otro todos los de caballero. Un poco más allá las sombrillas (que son paraguas un poco más amplios) y otro poco más allá los bastones (que son como mangos de paraguas sin paraguas).
Finalmente, elegí uno. 

USHKA
Me llevo este.
Me gusta, es plegable y lo puedo guardar en la cartera.

PARAGÜERO
Bien. Te voy a decir algunas cosas importantes.

USHKA
...

PARAGÜERO
Cuando lo abras, que sea siempre apuntando arriba 
y en contra del viento, para que la ráfaga no lo agarre y lo embolse.

USHKA
Ajá, bien.

PARAGÜERO
Nunca, pero nunca lo sacudas así (lo mueve de abajo hacia arriba).
Nunca lo hagas girar fuertemente, si lo torsionás o lo sacudís bruscamente
vas a arruinar el mecanismo de las varillas.

USHKA
Entendido.

PARAGÜERÍA
Y otra cosa: cuando lo dejes secar, dejalo abierto.
Y antes de cerrarlo y guardarlo, tenés que estar absolutísimamente segura
de que está completamente seco. Si no se te oxida y corroe el mecanismo.

USHKA
Excelente. 
Muchas gracias.

Pago. Me da el vuelto. Salgo de ahí y encaro el rumbo hasta la esquina de Boedo, y cuando esperaba a cruzar, sonreí tristemente, pensando:

Apuntar hacia arriba. 
Que una ráfaga no te lo agarre.
Tratar sin brusquedad. 
Dejar abierto.
Estar seguro.
Hasta que ya no quede una gota de esa lluvia.