sábado, noviembre 03, 2012

Después de la lluvia...

Lunes pasado. Llovió, llovió toda la noche, por la mañana siguió lloviendo y a la tarde paró unos instantes para luego arremeter  con más. Yo tuve la idea de que mi sensación hecha tristeza había cobrado tal fuerza que controlaba el clima. 
Mi pequeño, frágil y barato paraguas de la china no resistió semejante embate. Destartalado, pobrecito quedó por ahí arrugado en algún tacho de esos de la ciudad. Fue una ráfaga, una ráfaga fuerte que ni se dio cuenta de lo que había pasado cuando había pasado.
Así pues, cuando unos días hubieron transcurrido decidí que no había mejor lugar para ir a comprar un nuevo paraguas-porque verán, ahora necesito un paraguas fuerte- y fui ahí, que no es casualidad: "PARAGÜERÍA VICTOR ", un lugar de esos entrañables que le transportan a uno por el tiempo. Y esta justo ahí, en la esquina de Independencia y Colombres. 

Viernes, 15 hrs puntal llega el hombre y abre el negocio. Sólo paraguas... y bastones... y abanicos. El señor es formal, muy formal. No habla más que de paraguas y sólo cuando uno le pregunta. No tiene que venderte ningún chamuyo porque él vende paraguas, como lo hizo su padre, su abuelo y seguramente no harán sus hijos que venderán la esquina a alguna inmobiliaria desconsiderada para que luego hagan un edificio más con paredes de cartón.

De un lado de la estantería están dispuestos los paraguas de dama, del otro todos los de caballero. Un poco más allá las sombrillas (que son paraguas un poco más amplios) y otro poco más allá los bastones (que son como mangos de paraguas sin paraguas).
Finalmente, elegí uno. 

USHKA
Me llevo este.
Me gusta, es plegable y lo puedo guardar en la cartera.

PARAGÜERO
Bien. Te voy a decir algunas cosas importantes.

USHKA
...

PARAGÜERO
Cuando lo abras, que sea siempre apuntando arriba 
y en contra del viento, para que la ráfaga no lo agarre y lo embolse.

USHKA
Ajá, bien.

PARAGÜERO
Nunca, pero nunca lo sacudas así (lo mueve de abajo hacia arriba).
Nunca lo hagas girar fuertemente, si lo torsionás o lo sacudís bruscamente
vas a arruinar el mecanismo de las varillas.

USHKA
Entendido.

PARAGÜERÍA
Y otra cosa: cuando lo dejes secar, dejalo abierto.
Y antes de cerrarlo y guardarlo, tenés que estar absolutísimamente segura
de que está completamente seco. Si no se te oxida y corroe el mecanismo.

USHKA
Excelente. 
Muchas gracias.

Pago. Me da el vuelto. Salgo de ahí y encaro el rumbo hasta la esquina de Boedo, y cuando esperaba a cruzar, sonreí tristemente, pensando:

Apuntar hacia arriba. 
Que una ráfaga no te lo agarre.
Tratar sin brusquedad. 
Dejar abierto.
Estar seguro.
Hasta que ya no quede una gota de esa lluvia.



5 comentarios:

Marie dijo...

oh esa esquina

Ushka dijo...

Oh! los puntos de intersección!

Flor dijo...

Buenos consejos.

Un Poco Rara dijo...

Un poema este post.
No conozco esa esquina pero la vi, y al local, y al señor.
Qué lindo que te cuiden como el señor recomienda cuidar tu paraguas.

Ushka dijo...

Flor: Sí, consejos como esos sólo se encuentran en un lugar como ese.

UPR: Sí, definitivamente sí. Qué lindo cuando te cuidan