Anoche soñé contigo.
Y no es casualidad que haya sido justo hoy. Tengo memoria de elefanta.
De elefanta memoriosa.
Aunque a decir verdad, tampoco hubiera sido casualidad cualquier otro día.
Pero fue hoy.
Y fuiste tan arrogante que ni siquiera dejaste un poquitito de lugar así en tu alma, ni en mi alma, para que pudiera decirte: Feliz cumple.
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