Yo empecé a bailar, él se acercó y jalándome de la mano me apretó contra sí. Me puso su mano en las piernas, agarándome firme mientras bailábamos, y fue subiendo, acariciando despacio hasta llegar a los cantos. Y ahí entendí por qué estaba en mis sueños. El impacto me despertó casi sobre saltada, no lo podía creer... yo, con un CULO redondo, firme y perfecto.
Capaz este verano me pongo las pilas y hago más ejercicio.
Y capaz... pero no... no creo.
1 comentario:
y a lo mejor yo en algún sueño tengo pelo, je, pero lo mejor de todo es poder seguir soñando!!
un abrazo
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