De repente me sobrevinieron unas ganas, casi un impulso a releer "El Principito", después de tantos tantísimos años. Recorrí las páginas amarillentas, como buscando algo. Busqué. Hasta que al fin encontré de qué se trataba. He aquí un extracto de ese maravilloso pasaje:
Entonces apareció el zorro:
-Buenos días- dijo el zorro.
-Buenos días- respondió cortésmente el principito, que se dio vuelta, pero no vio nada.
-Estoy acá- dijo la voz- bajo el manzano...
-¿Quién eres?- dijo el principito-. Eres muy lindo...
-Ven a jugar conmigo- le propuso el principito-. ¡Estoy tan triste!...
-No puedo jugar-dijo el zorro-. No estoy domesticado.
-¡Ah! Perdón- dijo el principito.
Pero después de reflexionar, agregó:
-¿Qué significa "domesticar"?
...
-Es una cosa demasiado olvidada- dijo el zorro-. Sgnifica "crear lazos".
-¿Crear lazos?
-Sí- dijo el zorro-. Para mí no eres todavía más que un muchachito semejante a cien mil muchachitos. Y no te necesito. Y tú tampoco me necesitas. No soy para tí más que un zorro semejante a cien mil zorros. Pero, si me domesticas, tendremos necesidad el uno del otro. Serás para mí único en el mundo. Seré para tí único en el mundo...
...
Pero el zorro volvió a su idea:
-Mi vida es monótona. cazo gallinas, los hombres me cazan. Todas las gallinas se parecen y todos los hombres se parecen. Me aburro, pues, un poco. Pero, si me domesticas, mi vida se llenará de sol. Conoceré un ruido de pasos que será diferente a todos los otros. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra. El tuyo me llamará fuera de la madriguera, como una música. Y además, ¡mira! ¿Ves, allá, los campos de trigo? Yo no como pan. Para mí el trigo es inútil. Los campos de trigo no me recuerdan a nada. ¡Es bien triste! Pero tú tienes cabellos color de oro. Cuando me hayas domesticado, ¡Será maravilloso! El trigo dorado será un recuerdo de tí. Y amaré el ruido del viento en el trigo...
...
Así el principito domesticó al zorro. Y cuando se acercó la hora de la partida:
-¡Ah!...-dijo el zorro-. Voy a llorar.
-Tuya es la culpa- dijo el principito-. No deseaba hacerte mal pero quisiste que te domesticara...
-Sí- dijo el zorro.
-¡Pero vas a llorar!- dijo el principito.
-Sí- dijo el zorro.
-Entonces, no ganas nada..
-Gano- dijo el zorro-, por el color del trigo.
Gano. Por la alegría.