martes, octubre 18, 2011

La importancia de llamarse no sólo Ernesto

Domingo Día de la madre. Voy a comer a la casa de mi tía en provincia. Hace mucho que no iba. Estaba mi primo, con algunos de sus hijos. Su amigo de toda la vida, Gustavo, viene a saludar.
La vida de Gustavo ha sido difícil. Hijo de padre alcohólico, violento, madre sometida que nunca pudo dejarlo. Se sabía, todos lo supieron siempre: todos los días Ernesto, llegaba borracho a su casa y golpeaba a su mujer, a sus hijos. Ernesto hizo de la vida de sus hijos un verdadero infierno. Gustavo vivía con el terror de llegar de la escuela y encontrar a su madre muerta a golpes. Los años de hígado abatido y las reinteradas internaciones, sumado a la medicación hicieron de Ernesto un hombre "recuperado". Pero los estragos están.
Al ver entrar a Gustavo con su pequeño hijo de un año, pienso en cómo habrá hecho para sobreponerse a ese pasado ominoso, qué le transmitirá a su pequeño hijo.

GUSTAVO
Hey!, Ushka. Tanto tiempo que no venías por acá, che!

USHKA
Qué tal? Sí, cierto. Una vez cada tanto.
Vos, qué tal?

GUSTAVO
Bien, che. Laburando...
Tengo una nena de 4 y ahora a este.
Conocías a mi segundo hijo?

USHKA
No.
Hola! Cómo se llama?

GUSTAVO
Tomás. 

USHKA
Perdón?

GUSTAVO
Tomás, se llama.
Tomás Ernesto.

USHKA
...

Alguna gente me deja simplemente sin palabras.


6 comentarios:

Julián Torrado dijo...

Humorrrrrrrrrrrrrrrrrr negrooooo

Unknown dijo...

Increíble...

Un Poco Rara dijo...

Seguro se metió en alguna iglesia que le enseñó toda esa pelotudez del perdón aunque el reventado del padre le haya cagado toda la infancia como mínimo.
Hay gente que tiene mucha suerte y nunca paga.

Crisálida dijo...

JAJAJAJAJAA posssta no se le ocurrió pensarlo un segundo?

Anónimo dijo...

Conozco como 5 ex-adictos (a la merca y/o al alcohol) que le ponen a su hijo Tomás. Estoy pensando que es una extraña forma de trasmitir "la abstinencia"
MJ

ZaZa dijo...

jajjajajajaj, me encantó!