Fundación
PROA. Exhibición de Louise Bourgeois. La obra es impactante, lo cual es anticipado por un título que invita a aquello que uno no siempre puede soportar: EL RETORNO DE LO REPRIMIDO.
Apenas uno entra es sorprendido, impactado por una monstruosa y gigantesca araña. Sus patas metálicas se yerguen a metros para hacerlo sentir a uno dentro de la peor de sus pesadillas. De sus entrañas cae una enorme red que toma la sofocante forma de jaula.
Dentro de la jaula, hay objetos que parecen de cierto valor y restos, huesos, retazos. alguien ha sido destrozado, devorado. Y ahí, en la soledad inhóspita de las "extrañas entrañas de la araña" hay un sillón, vacío, posando en la penumbra.
La magnífica y terrible obra se torna aún más terrorífica cuando el guía nos dice el nombre: MAMAN, que en un francés indefenso significa "Mamá".
Cuando el guía, en un intento de ponerle palabras, pregunta "qué nos sugiere la obra", las voces se hacen oír;
Encierro
Devoración
Lo horroroso
Y de pronto lo escucho a mis espaldas, lo impensado:
PROTECCIÓN!
Giro mi cabeza lentamente, sólo para no tener que encontrarme tan de golpe con la exacta imagen que temía encontrarme: Una madre, grandota, espaldas anchas, tetona agarrando en brazos a su niñito de unos 3 años. Lo sostenía como si la Gestapo estuviera a punto de arrebatárselo.
La miro y con sorna le digo:
USHKA
Claro, para que no le pase nada, no?
MADRE TETONA
Claro!
USHKA
Para que NUNCA NUNCA NUNCA nadie le haga nada.
MADRE TETONA
Ajá...
USHKA
(AL NIÑO) Si te fijás bien, la puerta de la jaula
está entre abierta. Te lo cuento porque habrás
notado la afición de tu madre por el-arte.
Lo sé, estuve moderada, pero créanme esa Maman era imponente.
