miércoles, junio 29, 2011

It Could Be Worse

Suena el teléfono tarde, muy tarde a la noche. Mi amigo "el negro".

USHKA
Hola?

NEGRO
Espero que no estés ocupada
queriendo dormir.

USHKA
Es de las actividades más esperanzadoras
que tengo últimamente.

NEGRO
Me estoy enfermando.
Es una combinación letal entre mi ex
y la internet.

USHKA
Por?

NEGRO
No la veo conectada.

USHKA
Y?

NEGRO
Que me da cosa que esté con otro.

USHKA
Y puede ser.
Por ahí está cogiendo con el otro.

NEGRO
Qué hija de puta!
Te llamo para que me tires una buena.
Para pensar eso estaba yo!

USHKA
Negro, recuérdalo, lo dijo Igor:
"it could be worse."


NEGRO
Cómo? Cómo podría ser peor?

USHKA
Se podría estar enamorando.

NEGRO
¿Eso es peor?

USHKA
No, podría estar lloviendo.

NEGRO
(Clock... tutututututu)

USHKA
Negro? negrito?
Hola? Se cortó?
Y yo que estaba siendo optimista.

martes, junio 28, 2011

Su-rire

Iba sentada en el colectivo en un asiento doble. Tan repentino fue el movimiento, que lo noté cuando estaba ahí, muy pegado a mi costado izquierdo. 
Lo miré. 
Él me miró intrigado, con cierto aire inocente y me sonrió.
Yo desvié la mirada y lentamente giré la cara hacia la ventana, en un gesto que evitaba claramente cualquier contacto. 
Podía sentir su mirada clavada en mí. Acomodo el cuerpo sobre el mismo asiento para hacerle notar la incomodidad y, disimuladamente, oteo hacia su lado. Cuando se dio cuenta que todo aquello era para mirarlo nuevamente, se alegró y me sonrió más animosamente.
Me vi obligada a devolverle una leve curvatura de los labios, pero rápidamente volví a esquivar esa mirada que de tan sincera me inquietaba.
Y nuevamente el movimiento fue repentino. Casi inmediatamente volví la cabeza para corroborar con cierto desasosiego que ya no estaba a mi lado. 
Estaba bajando por la puerta del colectivo y le lancé una última mirada. Y él, sin dejar de regalarme su alegría, me saludó moviendo la mano con un gesto torpe, al tiempo que me dice "TAU! TAU!"


Y su padre, que lo sostenía en brazos, me miró como si recién notara que estaba allí.

sábado, junio 25, 2011

2 jew(s)

Yo iba a postear esta conversación, pero Flor me ganó de mano.

Diría una canción:

"...Melhor assim
bom pra você
Melhor pra mim
E amanha quem sabe
a gente outra vez..."

Joy to the world

La alegría ha llegado al blog.

Sólo al blog.

miércoles, junio 22, 2011

Lívida libido

No sé dónde está.
Ni idea de dónde la pude haber dejado.
En el colegio donde trabajo no está.
En la facu donde doy clases tampoco.
En danza, no la encuentro.
En casa, imposible. Busqué hasta el último rincón y no aparece.
Pensé, por ahí, entre los libros. Leo, pero nada.
En la escritura, menos que menos.
No puedo encontrarla y todo cobra una lividez que ni siquiera termina de resultar insoportable.

¿Dónde carajo está mi libido?

lunes, junio 20, 2011

L'amour. L'âme-mour. L'amur.




LOS AMOROSOS

Los amorosos callan.
El amor es el silencio más fino,
el más tembloroso, el más insoportable.
Los amorosos buscan,
los amorosos son los que abandonan,
son los que cambian, los que olvidan.
Su corazón les dice que nunca han de encontrar,
no encuentran, buscan.

Los amorosos andan como locos
porque están solos, solos, solos,
entregándose, dándose a cada rato,
llorando porque no salvan al amor.
Les preocupa el amor. Los amorosos
viven al día, no pueden hacer más, no saben.
Siempre se están yendo,
siempre, hacia alguna parte.
Esperan,
no esperan nada, pero esperan.
Saben que nunca han de encontrar.
El amor es la prórroga perpetua,
siempre el paso siguiente, el otro, el otro.
Los amorosos son los insaciables,
los que siempre —¡qué bueno!— han de estar solos.

Los amorosos son la hidra del cuento.
Tienen serpientes en lugar de brazos.
Las venas del cuello se les hinchan
también como serpientes para asfixiarlos.
Los amorosos no pueden dormir
porque si se duermen se los comen los gusanos.

En la obscuridad abren los ojos
y les cae en ellos el espanto.

Encuentran alacranes bajo la sábana
y su cama flota como sobre un lago.

Los amorosos son locos, sólo locos,
sin Dios y sin diablo.

Los amorosos salen de sus cuevas
temblorosos, hambrientos,
a cazar fantasmas.
Se ríen de las gentes que lo saben todo,
de las que aman a perpetuidad, verídicamente,
de las que creen en el amor como en una lámpara de inagotable aceite.

Los amorosos juegan a coger el agua,
a tatuar el humo, a no irse.
Juegan el largo, el triste juego del amor.
Nadie ha de resignarse.
Dicen que nadie ha de resignarse.
Los amorosos se avergüenzan de toda conformación.

Vacíos, pero vacíos de una a otra costilla,
la muerte les fermenta detrás de los ojos,
y ellos caminan, lloran hasta la madrugada
en que trenes y gallos se despiden dolorosamente.

Les llega a veces un olor a tierra recién nacida,
a mujeres que duermen con la mano en el sexo, complacidas,
a arroyos de agua tierna y a cocinas.

Los amorosos se ponen a cantar entre labios
una canción no aprendida.
Y se van llorando, llorando
la hermosa vida.